domingo, 20 de diciembre de 2009

El santo de las causas urgentes volvió a convocar multitudes


San Expedito sería algo así como un santo de guardia, abierto 24 horas, o la representación religiosa del refrán "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Es el patrono dedicado a interceder y resolver las causas justas y urgentes. Y, claro, la Iglesia encontró su fama y fabricó la devoción en un país lleno de urgencias e injusticias. Cada 19 de abril, entonces, los fieles católicos celebran la vida y la obra de este soldado romano que, según el mito, se convirtió al cristianismo. Miles de personas llegaron ayer a la Parroquia Nuestra Señora de Balvanera para pedirle, agradecerle, tocar su imagen y rezar por él. Alrededor de 200 mil católicos, según los organizadores, fueron llenando la cuadra del 2400 de Bartolomé Mitre y formaron filas de hasta ocho cuadras, desde la medianoche hasta pasadas las 21 de ayer, para venerar al santo.A eso de las 17, amuchados, millares de feligreses se apretaron en la calle frente al templo y sacudieron pañuelitos blancos o rojos con la leyenda "Glorioso San Expedito, mártir protector nuestro. Sabiendo que eres Dios, escuchado, venimos a presentarte nuestras súplicas que nos ayudan a difundir tu devoción", mientras la fanfarria Alto Perú del Cuerpo de Granaderos a Caballo General San Martín tocaba de todo: desde el himno disco Gloria (masificado por la cantante Laura Branigan) hasta el Himno Nacional."Dicen que es un santo de moda, pero mi vida cambió gracias a él. Estoy embarazada", agradeció Silvia, que llegó desde San Martín por primera vez un 19 de abril. Mucha gente se acercó desde el Conurbano, y también de otras provincias, como Corrientes o La Pampa. E hicieron colas de hasta cuatro horas para tocar la imagen de San Expedito (o apenas verla). Otros dejaron sus intenciones en papeles depositados en diferentes urnas dispuestas en la parroquia. "Al final de la jornada, el padre pide para que las intenciones se cumplan. Y después se queman. No podemos juntar tanto papel", explicó con lógica racionalista Isabel, una voluntaria. También muchos aprovecharon para vender: desde estampitas por un peso hasta DVD de la "vida" santo hasta dulces, quesos y salamines. "San Expedito me acompaña. Siento su presencia. No vine a pedirle un milagro, vine a agradecerle", aclara Laura, de Quilmes. Su amiga Ana María, tiene una buena explicación para el fenómeno: "Dios hace, pero Expedito es un secretario que atiende re bien. Y sí, gracias a Dios está de moda".ersonas, según los organizadores, fueron a Balvanera a pedir o agradecer.

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